Ya hayan sido plantados para delimitar propiedades, ofrecernos un poco de intimidad o ser un elemento ornamental, el seto es una figura importante del jardín y debemos hacer un mantenimiento regular del mismo para que conserve su aspecto y salud. Os dejamos cinco sencillos pasos para mantener saludables los setos de nuestro jardín.
Debemos hacerlo con movimientos de barrido hacia arriba y hacia abajo, avanzando poco a poco para igualar las ramas. A medida que vayamos subiendo, intentaremos que la parte superior del seto sea más estrecha que su base. De esta forma maximizaremos su exposición a la luz solar. Podarlo demasiado recto podría crear zonas desnudas en su parte inferior que afectaría a su salud.
Una vez hayamos terminado con el cuerpo del seto, pasaremos a ocuparnos de su parte superior. Para cortarla recta, sobre todo las primeras veces, recomendamos que coloques un hilo a modo de guía a lo largo del seto, sujeto por dos estacas. Luego, manteniendo el cortasetos firme, corta de derecha a izquierda mientras vas avanzando por el seto.
Recomendamos que, mientras podes, mantengas el cortasetos en un ligero ángulo de 10 grados para que las ramas y hojas que vayas cortando caigan al suelo y no se queden atrapadas sobre el seto.
Es lo último a lo que nos enfrentaremos y, no por ello, menos importante. Un borde recto, en ángulo de 90 grados, ofrece menos cantidad de hojas y tiene un aspecto desigual con respecto al resto. Recomendamos podar los bordes en un ángulo de 45 grados, lo que imprimirá al seto una apariencia más suave. Además, en zonas muy frías tiene un beneficio adicional: permite que la nieve y el hielo no se deposite mucho tiempo en él.
Es lo último a lo que nos enfrentaremos y, no por ello, menos importante. Un borde recto, en ángulo de 90 grados, ofrece menos cantidad de hojas y tiene un aspecto desigual con respecto al resto. Recomendamos podar los bordes en un ángulo de 45 grados, lo que imprimirá al seto una apariencia más suave. Además, en zonas muy frías tiene un beneficio adicional: permite que la nieve y el hielo no se deposite mucho tiempo en él.
Cuidar del cortasetos que utilices es tan importante como podar el seto cada cambio de temporada. Un mal mantenimiento del mismo tendría efectos perjudiciales en la salud del seto.
Antes de comenzar la poda, es fundamental comprobar que la cuchilla del cortasetos está afilada. Es importante mantenerla afilada para que los cortes, al podar sean limpios y precisos. Una cuchilla desafilada provocaría cortes irregulares, rasgando hojas y ramas en lugar de cortarlas limpiamente, lo que con total seguridad comprometería la salud del seto.
Del mismo modo, al finalizar la poda del seto, debes limpiar la savia de las cuchillas; una acumulación de savia dificulta que las hojas de la cuchilla se muevan libremente y corten de manera eficiente. Si la acumulación de savia es excesiva deberás lubricar la cuchilla.
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